Discurso de apertura

Lanzamiento de los trabajos del 23er congreso mundial de la carretera sobre el tema del desarrollo sostenible

Jean-Louis Borloo Ministro de Estado, Ministerio de la Ecología, del Desarrollo y de la Ordenación sostenibles, Francia

Jean-Louis Borloo Ministro de Estado, Ministerio de la Ecología, del Desarrollo y de la Ordenación sostenibles, Francia

Jean-Louis Borloo Ministro de Estado, Ministerio de la Ecología, del Desarrollo y de la Ordenación sostenibles, Francia

Señoras y Señores los Ministros,
Mis Queridos Colegas,

Unas palabras primero para agradecer a la Asociación mundial de la Carretera el haber aceptado celebrar su centésimo aniversario en Francia. Es realmente un gran honor para nosotros, sobre todo en un periodo en el que la carretera está realizando un cambio radical.

En el fondo, para la carretera, es a la vez el Congreso del centenario y el Congreso del milenio; el que va a permitir a la carretera de adaptarse tranquilamente al desafío del cambio climático, desafío que tarde o temprano acabará por concernir al conjunto de las actividades humanas. Quería por tanto decirles que a la hora en la que Francia desea llegar a ser un Estado ejemplar, nuestro país es consciente del honor que se le realiza.

Además, creo que no medimos la suerte que es el tener, en un mismo lugar, la ocasión de tratar el conjunto de asuntos relacionados con la carretera. Esta suerte, se la debemos a la Asociación mundial de la carretera que es una plataforma de intercambios y de transferencias de tecnologías absolutamente única en el mundo.

Tenemos las últimas tecnologías, las últimas experiencias (en reglamentación, tarificación, técnicas). En el fondo, en un lugar sin precedentes de intercambio de las mejores prácticas internacionales.

Deseo realmente rendir homenaje y felicitar a los organizadores de este Congreso mundial de la Carretera:

  1. En primer lugar, nunca ha habido tantas delegaciones extranjeras representadas (cerca de 60): es al mismo tiempo une reconocimiento y un testimonio de eficacia. Realmente podemos cambiar las cosas cuando conseguimos movilizar todas las energías alrededor de un mismo objetivo.

  2. En segundo luar, el hecho de haber situado este Congreso bajo el título del desarrollo sostenible demuestra que la carretera ha sabido perfectamente anticipar las claves de mañana. La carretera es un eslabón esencial de la lucha contra el calentamiento climático. En Francia, es la carretera la que emite la casi totalidad de las emisiones de CO2 (92%) relacionadas con los transportes. Nada puede llevarse a cabo sin ella y es gracias a ella que podremos cambiar radicalmente los datos.

Este es el asunto de la sesión de trabajo dedicada a la tarificación de la carretera.

Estamos realmente en el corazón de la problemática de la protección del medioambiente: ¿cómo encontrar toda la verdad sobre los precios ecológicos? Esa es la pregunta propuesta a esta primera mesa redonda.

El objetivo no es castigar o sancionar sino simplemente prevenir e integrar. El premio, es una señal, una información que permite hacer cambiar los comportamientos en profundidad.

Nos toca encontrar el "justo precio ecológico", el que permitirá:

  • Tener en cuenta el "coste" del calentamiento climático.
  • Reequilibrar la "carga de la movilidad" entre la carretera, el tren, el barco y por qué no, la bicicleta y la marcha a pie. Esto implica ofrecer a los usuarios alternativas creíbles y fiables para que tengan la libertad de desplazarse de otra forma. Debemos volver a colocar a la carretera en un contexto más amplio de movilidad: ¿Cómo puede la carretera crear las relaciones entre todos los otros modos de transporte?
  • Acelerar el atravesamiento de los umbrales tecnológicos: motores limpios, revestimientos que utilicen ligantes vegetales en vez de bituminosos. Se que los industriales hacen grandes esfuerzos. Pero cuanto más rápida sea la demanda, más rápidamente podrán rentabilizar sus inversiones.
  • Luchar contra las "molestias" de la carretera: congestión de tráfico, molestias sonoras. En el fondo, se trata de reconciliar una parte de la opinión pública con la carretera, a menudo acusada injustamente de todos los males.

Evidentemente, la cuestión de a tarificación es político y económicamente sensible. Tocamos temas vitales para el conjunto de la opinión pública mundial: solidaridad, poder adquisitivo, competitividad. Sin embargo, no haremos la revolución ecológica contra la economía o contra lo social. La protección del medioambiente no debe lastrar el crecimiento sino que debe ser económica y socialmente benéfica. El "precio justo ecológico" hacer referencia a una noción de justicia económica y justicia social.

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La segunda mesa redonda sobre "la aceptabilidad social y económica de la tarificación" es por tanto esencial.

  1. ¿Cómo asociar la opinión pública a la determinación de la política de tarificación? Sé que los países africanos que utilizan los fondos viales llamados de "segunda generación" han adoptado formas de asociación con los usuarios que les asocian plenamente al marco y la colecta de los recursos destinados a la red. Tenemos que inventar un gobierno ecológico que permita asociar a los usuarios/consumidores/ciudadanos en todos los estados de la transformación económica y social.

  2. ¿Cómo garantizar un derecho de acceso igual para todos a la carretera? La movilidad no debe convertirse en un privilegio reservado a algunos.

  3. ¿Cómo conseguir que la tarificación sea acompañada de una mejor calidad de servicio? Mi convicción es aceptabilidad debe rimar con calidad. Es porque propondremos una mejor información o mejores infraestructuras, que la opinión pública aceptará una reforma de la tarificación. La calidad es el mejor argumento de la ecología. Es así como pasaremos de una economía de lo perecedero a una economía sostenible.

La tercera mesa redonda "las claves de la tarificación extendida o generalizada" inscribirá nuestra reflexión en lo concreto.

La primera clave es la clave de la seguridad: la desviación masiva de una gran parte del tráfico sobre la red secundaria plantea verdaderas cuestiones de seguridad. Debemos por tanto mejorar nuestros medios de previsión para evitar "desplazar los problemas".

Adicionalmente, también hay claves técnicas: ¿cómo mejorar las técnicas de percepción que permiten modular la tarificación con criterios simples y una señal-precio suficientemente fuertes?

En el fondo, lo que me choca, durante mis desplazamientos y encuentros, es que sobre las cuatro grandes claves planetarias (calentamiento climático, biodiversidad, tierras cultivables y riesgos de pandemia), las cosas van peor de lo que se pensaba y la degradación es más rápida que prevista.

Finalmente, comprobamos, discutiendo con unos y otros, que las contradicciones aparentes (entre el desarrollo de la economía y el medioambiente) son difíciles de gestionar.
Cuanto más concientes son de ello los pueblos, más difícil parece la acción pública.

Hay una razón para eso: el asunto está demasiado encerrado. Cada cual funciona "en contenedores": tenemos por un lado, las carreteras, por otro lado, el tren, y aún por otro lado, el medioambiente.

Con la creación de este Ministerio de la Ecología, del Desarrollo y de la Ordenación Sostenibles, Francia ha querido liberar completamente liberar esas claves. Hoy, soy al mismo tiempo el Ministro de las carreteras, del ferrocarril, de la ecología, de la ordenación del territorio, de la vivienda. ¿Por qué? Pues porque nos hemos dado cuenta de que si queremos luchar contra el recalentamiento climático, no podemos hablar de la carretera, sin hablar de ferrocarril, de la ordenación del territorio, de la construcción...

Hemos lanzado también una gran conferencia de partes implicadas donde, por primera vez, todos los actores del desarrollo sostenible están sentados alrededor de la misma mesa y se hablan. Nada se consigue si todo el mundo no trabaja junto.

Es por eso, que para mí, la carretera, no es un elemento aislado, sino un medio de comunicación entre otros dos; un guión entre dos otras formas de desplazarse.

Pero la carretera es también una formidable utensilio tecnológico para luchar contra el calentamiento climático y más globalmente contra las molestias.

Pienso inicialmente en dos proyectos franceses premiados por la AIPCR:

El primero permite remplazar en los asfaltos los ligantes bituminoso por ligantes vegetales. Esto conduce a sustituir el petróleo pro recursos renovables con resultados absolutamente idénticos en términos de duración y resistencia.

El segundo permite fabricar asfaltos que pueden ser extendidos a una temperatura de 120 a 140 grados en vez de 180 grados. Quiere decir menos energía para extenderlos y por lo tanto menos emisiones de gas a efecto invernadero.

Pero la tecnología permite ir todavía más lejos. Pienso por ejemplo en un proyecto experimental totalmente revolucionario donde el asfalto combate directamente la contaminación: firmes compuestos de óxidos de titanio que permiten destruir los óxidos de nitrato apuntando a la raíz misma de las emisiones contaminantes.

Remarco sobre este asunto que Francia tiene en el campo del mantenimiento, de la ingeniería civil, de la construcción de puentes, de aeropuertos, una maestría reconocida en el mundo entero. Incluso si tenemos puntos débiles, particularmente en las PME (Pequeñas y medianas empresas), estamos muy avanzados en la gestión de sistemas complejos. Por tanto también he venido a decirles que si tienen proyectos de inversión, pueden contar conmigo para movilizar a todas las empresas francesas con el fin de ponerlas a su servicio.

Estoy incluso dispuesto a organizar una reunión internacional con los más altos representantes de la maestría técnica para que sus proyectos lleguen a buen puerto.

Como conclusión, estas reflexiones son para mí un verdadero motivo de satisfacción y de esperanza. En el momento en el que el mundo celebra los 20 años del Protocolo de Montreal, creo más que nunca que somos capaces de invertir sosteniblemente la tendencia. Este Congreso es la prueba: tenemos las tecnologías para hacerlo, las inteligencias para hacerlo. El paso al acto es una cuestión de voluntad política.

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